Aunque debemos estar contentos de que la Corte Suprema de E.E.U.U. haya decidido respaldar el Acta de Cuidados Asequibles, esta no resuelve el problema de la escasez de médicos. A día de hoy muchos estados norteamericanos tienen problemas a la hora de convencer a médicos recién cualificados para que entren en la medicina general, y este problema es de particular relevancia cuando se habla de las comunidades más rurales. Si el plan consigue traer a 30 millones y más al sistema de sanidad público, el número actual de médicos se verá claramente saturado. Aun así, no parece haber una sensación de urgencia en atraer a más estudiantes a las facultades de medicina.
Las implicaciones son profundas, según aumenta el envejecimiento de la población. Cuando somos jóvenes, un médico puede vernos en las pocas ocasiones en que estamos enfermos, diagnosticar el problema en dos minutos y recetar un tratamiento para una cura exitosa. Pero la gente mayor necesita un manejo más cuidadoso. Cuando el cuerpo comienza a decelerar y algunas partes funcionan menos bien, puede haber una cierta variedad de síntomas interactivos a los que enfrentarse. Lleva tiempo identificar qué síntomas son más significativos y decidir la mejor respuesta.
A menudo hacen falta diferentes dosis para cada medicamento, o hace falta una terapia u orientación adicional para conseguir los mejores resultados. Este será particularmente el caso cuando los problemas sean directamente sexuales, o cuando el tratamiento que se proponga afecte a la actividad sexual de una manera significativa. La presión psicológica aumenta sobre una autoestima ya de por sí bajo presión con la disminución del potencial para las actividades sexuales por el paso del tiempo.
Los médicos de cabecera no deberían prescribir un medicamento como Cialis sin más y despedir al paciente. De hecho, si vuelves y le dices al médico que ha habido un fallo con el medicamento, se debería encender una alarma. El médico debería revisar tu caso con atención teniendo en cuenta tu historial físico y psicológico hasta la fecha, comprobar tu presión arterial, tus niveles de colesterol y glucosa, hablar con tu pareja y ofrecer consejo acerca de cómo afrontar juntos el problema. Puede resultar adecuado comprobar los niveles de testosterona y tratar acerca de una terapia de reposición de hormonas. Pero todo esto lleva tiempo, y el tiempo es oro, así que mientras no tengamos más médicos, toma Cialis y confía en un buen resultado.